Osteocondrosis de la región torácica.

La osteocondrosis es una enfermedad a largo plazo. Muy a menudo, al evaluar la gravedad de los procesos patológicos, se distinguen cuatro etapas:

  • La primera etapa es el período de cambios iniciales que ocurren en el anillo fibroso del disco, que a menudo pasa desapercibido para el paciente;
  • La segunda etapa corresponde a la aparición de inestabilidad en el segmento afectado de la columna, disminución de la altura del disco;
  • La tercera etapa se caracteriza por la aparición de hernias o crecimientos osteocondrales: osteofitos, el anillo fibroso en esta etapa está casi destruido;
  • La cuarta etapa se caracteriza por daño irreversible a todas las estructuras que proporcionan la articulación intervertebral, fibrosis del disco y pérdida de movilidad en el segmento afectado.
diagnóstico de osteocondrosis intervertebral

Causas de la osteocondrosis de la región torácica.

Se ha demostrado que alrededor de los 20 años nuestras vértebras comienzan a deteriorarse lentamente. Con la edad, el desgaste de la columna progresa. Debido a procesos degenerativos, se produce una disminución del grosor del disco intervertebral, que actúa como amortiguador. Además, aparecen estructuras anormales en los bordes óseos de las vértebras adyacentes: espolones óseos, espondilofitos, que reducen el rango de movimiento.

Los cambios degenerativos-distróficos comienzan con el núcleo pulposo, luego se extienden al anillo fibroso, así como a otros elementos estructurales de la vértebra, provocando la aparición de síntomas característicos.

Debido a la pérdida de agua, el núcleo pulposo deja de distribuir uniformemente la carga vertical. Esto afecta negativamente al anillo fibroso. La compresión excesiva (compresión) provoca daños mecánicos, la aparición de roturas y grietas. Las articulaciones comienzan a experimentar una tensión excesiva, lo que gradualmente conduce a inestabilidad y dolor en la columna.

Por tanto, la principal causa de la osteocondrosis es el envejecimiento natural. Sin embargo, su desarrollo también se ve facilitado por una combinación de muchos factores desfavorables que aumentan la probabilidad de que se manifieste la enfermedad. Éstas incluyen:

  • De fumar;
  • Intervenciones quirúrgicas realizadas en la columna;
  • Lesiones en esta parte de la columna;
  • Curvatura de la columna (escoliosis);
  • Debilidad de los músculos de la espalda;
  • Exceso de peso corporal;
  • Mayor carga en la columna.

Se supone que la involución (envejecimiento) del cartílago y el tejido óseo de las vértebras está genéticamente determinada y que la progresión a un estado patológico con síntomas y manifestaciones característicos se produce bajo la influencia de factores externos e internos. Los procesos pueden comenzar antes si van precedidos de daños (mecánicos, inflamatorios, etc. ).

Síntomas de osteocondrosis de la región torácica.

Los síntomas de la osteocondrosis de la columna torácica dependerán de la etapa del proceso patológico y de los trastornos estructurales existentes. A diferencia de otras zonas de la columna (cervical, lumbar), el síndrome radicular y otras complicaciones neurológicas son menos típicos de la región torácica. Esto se explica por la presencia de una estructura ósea del tórax, que limita el desplazamiento y compresión de esta parte de la columna. Muy a menudo, el dolor en la región torácica (dorsalgia o lumbago torácico) se asocia con la inmovilización de las articulaciones intervertebrales.

¡Referencia! El lumbago torácico, o dorsago, en neurología se refiere al dolor agudo de alta intensidad que se presenta en la columna torácica, muchas veces asociado a dificultad para respirar. La causa de la afección radica en un espasmo severo de los músculos de la espalda. No se puede ignorar, porque. . . El infarto de miocardio también puede comenzar y el lumbago frecuente puede asociarse con patologías graves del cuerpo.

El dolor puede durar desde varias horas hasta varios días. Por regla general, no es tan intenso como en el caso de daños en otras partes de la columna, pero también se asocia con el movimiento de la columna vertebral. Además, se detecta hipertonicidad muscular en esta zona, que puede combinarse con debilidad y entumecimiento en las manos.

El dolor puede ser sordo, ardiente, profundo, paroxístico o constante. Se puede sentir en el pecho, en la zona del corazón y otros órganos. Los pacientes lo describen como "una estaca en el pecho", "compresión del pecho con un aro", "un golpe con un cuchillo entre los omóplatos". Esta sección se caracteriza por dolor irradiado y ceñidor asociado con suspiros profundos, tos y movimientos bruscos del pecho.

Sin tratamiento, la osteocondrosis de la columna torácica a menudo se complica con neuralgia intercostal. En este caso, el dolor ardiente puede localizarse en la región del corazón y el paciente puede confundirlo con manifestaciones de patología cardíaca.

dolor en la columna torácica

¡Importante! Si siente dolor en la zona del corazón, no debe intentar hacer un diagnóstico diferencial por su cuenta. Para excluir enfermedades cardíacas y prevenir la progresión de procesos patológicos en la columna vertebral, es importante no demorarse en consultar a un médico, no esperar a que pase el dolor y no automedicarse.

El dolor puede aumentar con la actividad física, la flexión y el estrés psicoemocional. Cuando se ven afectadas las vértebras extremas de esta zona, el dolor puede irradiarse a la zona lumbar, al sacro e incluso a las nalgas.

Diagnóstico de osteocondrosis de la región torácica.

El diagnóstico de osteocondrosis de la región torácica es un proceso de varias etapas. En primer lugar, el médico recogerá una anamnesis:

  • Descubra su historial médico;
  • ¿Algún familiar cercano ha tenido enfermedades de la columna?
  • Hace cuánto tiempo comenzaron los síntomas y cuál es su intensidad;
  • ¿Qué enfermedades concomitantes existen?

Se requiere un examen físico del paciente, que incluye examen de la piel, evaluación de los trastornos posturales y palpación (sensación) de los músculos ubicados cerca de la columna. Se pueden realizar pruebas neurológicas para hacer un diagnóstico.

Diagnóstico instrumental

El diagnóstico por imágenes le permite evaluar el grado de daño del cartílago, identificar otros trastornos existentes y excluir enfermedades con síntomas similares. Los métodos recomendados para el diagnóstico instrumental de la osteocondrosis de la columna torácica incluyen:

  • Radiografía (espondilografía): proporciona información sobre la estructura del hueso, la presencia de osteofitos y el estado de las articulaciones facetarias;
  • La TC (tomografía computarizada) permite examinar todo en detalle y, si es necesario, tomar medidas, tiene ventajas sobre la resonancia magnética en el diagnóstico de patologías de las estructuras óseas;
  • La resonancia magnética (MRI) le permite evaluar el estado de los tejidos blandos, diagnosticar procesos inflamatorios, tumores, hernias espinales, identificar cambios patológicos en cartílagos, huesos, ligamentos, vasos sanguíneos y determinar el estrechamiento del canal espinal. Mediante resonancia magnética se detectan patologías vasculares y trastornos de la circulación tisular en la columna torácica.

Los bloqueos farmacológicos también se pueden utilizar con fines de diagnóstico. Debido a la variedad de manifestaciones del dolor, a menudo es necesario realizar investigaciones adicionales para excluir:

  • Angina de pecho;
  • Infarto de miocardio;
  • aneurismas aórticos,
  • colecistitis,
  • Úlcera gástrica;
  • Neumonía;
  • Enfermedades oncológicas, etc.

Métodos de tratamiento para la osteocondrosis torácica.

sala de masajes terapéuticos

La osteocondrosis de la columna torácica es una enfermedad que requiere un tratamiento complejo. Además del tratamiento farmacológico para aliviar el dolor, es importante consultar a especialistas en el campo de la traumatología y la neurología para averiguar las causas exactas de los síntomas perturbadores.

Las tácticas de tratamiento dependerán de la gravedad de la enfermedad. Por lo general, la primera opción de tratamiento es la terapia conservadora, como fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios no esteroides, terapia de calor e inyecciones de bloqueo nervioso.

La terapia con ejercicios para la osteocondrosis de la región torácica le permite fortalecer los músculos de la espalda y la región interescapular, formar un corsé muscular y corregir la postura, proporcionar relajación muscular y mejorar la circulación sanguínea en este segmento de la columna. Para la osteocondrosis de esta zona, son útiles los ejercicios de respiración, juntar los omóplatos y rotar los hombros.

El masaje ayuda a normalizar el suministro de sangre, el drenaje linfático y activa los procesos metabólicos. Se prescribe fuera de una exacerbación, cuando el paciente no sufre dolores intensos. Se utilizan varios tipos de masajes médicos: manual (mano), subacuático, al vacío.

Los métodos de terapia manual también son populares. Los quiroprácticos trabajan con bloques y abrazaderas del sistema musculoesquelético, retirándolos mediante diversas técnicas. La acupresión o acupresión también se puede realizar para el dolor agudo. Durante el mismo, el médico, presionando con los dedos determinados puntos con diferente intensidad, tiene un efecto terapéutico en todo el cuerpo.

Las técnicas de fisioterapia son bastante efectivas en el tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica. Ayudan a reducir el dolor, mejorar la circulación sanguínea y fortalecer los músculos de la columna. Entre ellos:

  • Terapia de ultrasonido;
  • Electroforesis de medicamentos;
  • Terapia con láser en la zona de la columna;
  • Neuromioestimulación eléctrica transcutánea;
  • Exposición a campos magnéticos;
  • Terapia de impulsos eléctricos.

Para mejorar el efecto terapéutico, se recomienda una combinación de métodos de terapia farmacológica y no farmacológica. El tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica puede llevar mucho tiempo, pero los resultados serán visibles después de los primeros procedimientos. Lo principal es no retrasar la visita al médico y comenzar el tratamiento en las primeras etapas de la enfermedad.

Si el tratamiento conservador no ayuda, es posible que se requiera cirugía. Muy a menudo, se realizan operaciones de descompresión y estabilización. Permiten detener la compresión de la médula espinal, raíces nerviosas por hernias, osteofitos o ligamentos hipertrofiados y fijar el segmento afectado.

Después del tratamiento quirúrgico, será necesario usar un corsé especial durante algún tiempo. Al alta del hospital, se prescribe un curso de rehabilitación médica.

Tratamiento de la osteocondrosis torácica en casa.

El tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica en el hogar puede ser eficaz si se cumplen una serie de condiciones. En primer lugar, el diagnóstico debe ser establecido por un especialista tras un examen completo. Los métodos de tratamiento también deben discutirse con un médico para asegurarse de que no existan contraindicaciones en presencia de patologías concomitantes.

Lo más importante y básico es mantener un estilo de vida saludable, controlar el peso corporal y sumar suficiente actividad física. La mejor manera de lidiar con el dolor de espalda es hacer ejercicio. Ayudarán a fortalecer los músculos de la espalda, mejorar la circulación sanguínea, afrontar más fácilmente el estrés y así prevenir la progresión de la enfermedad.

Si la afección empeora o hay un dolor intenso y agudo, es mejor acostarse y asegurarse de que la columna permanezca en reposo. Los tratamientos termales y los masajes ayudan a afrontar las sensaciones desagradables. En cualquier caso, el tratamiento domiciliario no sustituye a la consulta con un especialista y la aplicación de sus recomendaciones. La automedicación incontrolada puede provocar un empeoramiento de la afección y el desarrollo de complicaciones.

¿A qué médico debo contactar?

Los neurólogos y ortopedistas tratan la osteocondrosis de la columna torácica. Realizan diagnósticos, hacen un diagnóstico y seleccionan el tratamiento adecuado. Es posible que los pacientes también necesiten consultar a un fisioterapeuta y a un médico especialista en fisioterapia.

Si tienes dolor en la región torácica, también puedes consultar a un terapeuta. Analizará las manifestaciones clínicas, prescribirá los exámenes necesarios y le derivará a un especialista.

Tratamiento de la osteocondrosis torácica.

Los médicos de su clínica regional le ayudarán a afrontar los síntomas de la osteocondrosis de la columna torácica. En su mayor parte, casi cualquier clínica cuenta con el moderno equipo de diagnóstico necesario, que le permite obtener la información más precisa sobre el estado de la columna y seleccionar el método de tratamiento más eficaz. Especialistas experimentados de diversos perfiles ayudan a los pacientes a recuperar su salud en condiciones cómodas: neurólogos, ortopedistas, fisioterapeutas, masajistas, terapeutas.

Si es necesario, en la realidad moderna es posible recibir asesoramiento de otros especialistas especializados en el menor tiempo posible y sin colas. Los consultores están listos para ayudar si surge alguna pregunta. Complete el formulario de comentarios en Internet y definitivamente le devolverán la llamada.